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viernes, 20 de abril de 2012

los celtas y la magia de los arboles

Los bosques eran sagrados para los celtas, y los árboles eran considerados como una manifestación de la divinidad.
Abedul: la madera de este árbol se usaba para purificar las casas y los lugares sagrados, los hongos que normalmente lo atacan eran utilizados como pajas de escobas, que eran infalibles para barrer energías negativas.
Aliso: según la tradición celta un trozo de madera del aliso, servía para solucionar problemas emocionales y atraer el amor.
Sauce: por su flexibilidad y particularidad de regenerarse rápidamente, se utilizaba su madera en la creación de amuletos que favorecían la fertilidad y la salud.
Acebo: con él se realizaban talismanes que protegían contra los enemigos.

Un dato curioso ¿Quién no ha tocado madera alguna vez para evitar que se cumpla un pronóstico desagradable? La costumbre tiene su origen en un ritual celta, la leyenda cuenta que durante una tormenta, unos hombres observaron como un rayo caía sobre un árbol, desde entonces los árboles fueron considerados moradas de los dioses, y al tocarlos se obtenía la protección ante el acecho de un peligro.

Otra costumbre muy difundida y que también encuentra su explicación en los celtas, es la que asegura que la persona que encuentre un trébol de cuatro hojas gozará de buena suerte. Para los celtas el trébol, aunque sólo tuviera tres hojas, era un poderoso talismán que brindaba buena suerte y evitaba el mal de ojo, por supuesto, con una hoja más el poder del trébol se potenciaba. El número cuatro era importante debido a que eran cuatro las estaciones, cuatro los puntos cardinales, y cuatro los elementos. Sin embargo, con el paso del tiempo, el significado de las cuatro hojas se fue desvirtuando. En la actualidad subsisten dos interpretaciones, por un lado cada una de las cuatro hojas representan: amor, esperanza, fe y suerte, respectivamente; por otro lado la segunda interpretación afirma que la primera hoja a la izquierda del tallo trae la fama, la segunda la riqueza, la tercera el amor y la cuarta la salud. Además existe una versión que atribuye al trébol de cuatro hojas poderes proféticos y celestinos, esta dice que la mujer joven que encuentre un trébol de cuatro hojas se casará con el primer hombre que vea a partir de ese momento.

Ritual de la busqueda de la sabiduria.

Uno de los rituales celtas más conocidos es el de la búsqueda de la sabiduría dentro de uno mismo. Este ritual era muy practicado entre los jóvenes, que salían de su pubertad y debían convertirse en hombres; estos rituales celtas tenían muchas características mágicas ya que quienes los llevaban a cabo requerían de herramientas tales como símbolos, talismanes, velas, hierbas entre muchas otras cosas y básicamente consistía en que debían retirarse unos día (al rededor de una semana) e internarse en el medio de la profundidad de algún bosque.

Dicen las leyendas que una de las razones por las cuales la metodología de estos rituales celtas era de esta forma, era porque los jóvenes entraban en contacto con los seres elementales, quienes los ayudaban en su transición de pasar de la adolescencia a la adultez. En este sentido debemos destacar el hecho de que en los rituales celtas, los elementales: hadas, duendes, gnomos, ninfas, elfos, etc, eran parte fundamental, ya que representaban la esencia de la magia y lógicamente la esencia de la cultura. También, es importante tener en cuenta que dichos seres eran los guardianes de la naturaleza, por ello es que su presencia era fundamental en todos os rituales mágicos, ya que ellos establecen el contacto que los druidas necesitaban con la naturaleza, y por ello también, los seres elementales son parte fundamental de la cultura y la mitología celta.